10 claves para elegir bien el sofá

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Su estilo, forma y color es lo que nos conquista, pero en la compra de esta pieza vital del salón hay que ir un paso más allá, ya que de él dependen los mejores momentos de relax en casa.

1. MIDE EL ESPACIO DISPONIBLE

Antes de comprar, mide tu salón. Entre el sofá y la mesa de centro ha de haber al menos 50 cm de separación, para pasar y que no toquen las rodillas. Entre el sofá y cada butaca, un metro de distancia, para que dos personas puedan sentarse frente a frente y cruzar las piernas con comodidad. El espacio que queda es el que dispones para encajar el sofá. En estancias reducidas es preferible prescindir de butacas y optar por un sofá con una plaza más.

2. DECIDE DÓNDE LO VAS A PONER

¿Quieres ubicarlo frente a una terraza o balcón? Elígelo con respaldo bajo, para que no interrumpa la entrada de luz natural.

Si detrás del sofá hay puertas batientes se debe respetar un espacio de entre 90-100 cm; si las puertas son correderas con 50 cm vale.

Cuando el sofá va pegado a la pared, el respaldo puede ser más alto. Ten en cuenta que si alguno de los asientos es reclinable hay que dejar 50 cm de separación para accionarlos con facilidad.

3. EL COLOR Y LA TAPICERÍA

Este es uno de los factores que más influyen en la compra del sofá. Si te gusta el estilo nórdico y sueñas con poner un sofá en tonos neutros, conviene saber que existen tapicerías de última generación (microfibra, poliéster, poliuretano, etc.) que incorporan tratamientos especiales antimanchas, repele líquidos e higienizables, para que disfrutes de tu sofá, en el color que quieras, sin sobresaltos.

4. SI LO PREFIERES DE PIEL…

La pregunta previa es si tienes mascotas en casa. Si es así, la opción de un sofá de piel no es la más acertada, ya que aunque pongas todo tu empeño, para ellos resulta un material ideal para afilarse las uñas. ¿No es tu caso?
Es un mueble elegante y confortable que va a elevar el estilo de tu salón.

5. EL TAMAÑO IMPORTA

Aunque no es lo mismo un sofá de líneas rectas, que uno de estilo vintage con reposabrazos y respaldo de formas redondeadas, por tener una idea aproximada de los tamaños, valora que un sofá de dos plazas suele medir (de un extremo a otro de los reposabrazos) unos 180 cm de largo; los de tres plazas superan los 230 cm y los de más plazas ocupan más de 263 cm.

Ya has tomado las medidas y tienes claro que el sofá de tu elección encaja en tu salón. Pero ¿has tenido en cuenta todos los accesos hasta la casa? Ascensor, montacargas, rellanos, puerta de entrada… Evitarás muchos quebraderos de cabeza.

6. SENCILLO O CON CHAISELONGUE

Cualquier sofá invita a momentos de bienestar en casa, pero si además tiene chaiselongue el relax, las tardes de lectura y las conversaciones intimistas están aseguradas.
¿Tienes niños en casa? La chaiselongue es una de las opciones más funcionales (puedes elegirla a derecha o izquierda), ya que la parte larga tiene la medida perfecta para que tu peque duerma la siesta (164 cm de largo), haga volteretas o juegue, sin molestar a los demás. Y además tienen arcón.

7. HAZ UN TEST DE CONFORT

Con esto queremos decir básicamente, que te sientes en él varias veces. ¿Te resulta cómodo? El respaldo ha de recoger toda la espalda. Valora si el asiento te permite un ligero recostado (mínimo 90 cm de profundidad). Mira si al sentarte, las piernas forman un ángulo recto, los pies descansan en el suelo y la cabeza se apoya en el respaldo.

¿Y los reposabrazos? Si los quieres para lo que son, con 10-12 cm de ancho es suficiente. Si los ves como asiento auxiliar, han de medir un mínimo de 20 cm.

En cuanto a los asientos, el poliuretano recubierto de fibra es una de las opciones que más firmeza proporcionan y que mejor resiste el paso del tiempo.

8. EL RELLENO PERFECTO

¿De pluma, de espuma, de látex, de poliuretano…? Depende un poco del uso que le vas a dar al sofá. Los de pluma y plumón natural resultan muy cómodos, pero exigen cierto mantenimiento, como el ahuecado y el aireado diario de las plumas, para evitar que se deformen y adopten vicios posturales. Los de espuma de alta densidad son perfectos para el trote diario (saltos y juegos infantiles incluidos).

9. CON CAMA AUXILIAR

En apartamentos, casas de vacaciones y hogares con metros cuadrados limitados, puede resultar un recurso muy práctico contar con un sofá que funcione como cama de diario o como «dormitorio» para invitados. Si lo ves como propuesta para ti y su uso va a ser continuado, proponemos que elijas un sistema fácil de apertura, como el click-clack o de libro. Muy sencillo de accionar y que no te dará pereza cada noche. Por cierto, no coloques demasiados muebles delante. Una pieza auxiliar que te sirva como mesa de centro y mesilla de noche puede ser suficiente.

Para un uso más esporádico, puedes elegir el sistema clásico de tiro o apertura italiana que despliega la cama oculta en el interior del armazón.

10. PIEZAS SUELTAS O EN COLECCIÓN

Depende del gusto y del espacio disponible. En interiorismo tan admitido está que sofá y butacas pertenezcan a la misma colección (el resultado es muy armónico y ordenado) como que cada pieza pertenezca a un estilo, color y formas diferentes (el efecto es más visual, juvenil y contemporáneo).

¿Cuál va a ser tu decisión?. Ven a Cefer o consulta nuestra sección de Tapicería y te asesoraremos para que encuentres el sofá más adecuado para ti.